¿Por qué ya no se enseña con castigos y recompensas?, ¿cómo?, ¿que los alumnos buscan la solución al conflicto?, ¿qué está pasando? Estas y otras dudas surgen y dan pie al comienzo de este cambio de perspectiva de disciplina en todo un centro escolar.
Para esto nos ponemos en antecedentes. Nuestro centro, SAFA ICET, forma parte de un proyecto piloto que involucra a tres colegios de la institución Educsi (centros educativos de la Compañía de Jesús). Hemos recibido una formación en una metodología nueva y no precisamente centrada en lo académico. De la mano de Dª Nuria Rodríguez Font, nuestra formadora, hemos asistido a sesiones formativas de varios días en Sevilla, llegando a obtener la certificación de centro por la ADPE (Asociación de Disciplina Positiva España).
Para dar respuesta a este cambio, la Disciplina Positiva promueve relaciones de respeto mutuo y responsabilidad en la familia, el ámbito escolar, los equipos de trabajo y, en general, en la vida. Y esto se traduce en la creación de un ambiente cooperativo y de respeto mutuo mediante principios y estrategias respetuosas. Así como en el fomento del crecimiento socioemocional, base de la autoestima y del aprendizaje. Todo ello mediante dinámicas, asambleas y fomento del trabajo grupal y la toma de decisiones y resolución de conflictos de forma consensuada, con un modelo de disciplina que combina la amabilidad y la firmeza. Pues sí, verdaderamente ha supuesto una revolución en el centro.