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Última actualización: 20 Mayo 2015
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El pasado jueves 7 de mayo fuimos en SAFA-ICET anfitriones del mini-retiro de Pascua. Los mini-retiros son una experiencia que llevamos celebrando desde hace varios años los equipos de Pastoral de los tres colegios ignacianos de Málaga: San Estanislao, San José y SAFA-ICET. Consisten en una experiencia de oración compartida entre todos aquellos miembros de los claustros, padres/madres, PAS, Antiguos Alumnos y alumnos mayores de los tres centros que deseen participar. Hacemos tres al año (en Aviento, Cuaresma y Pascua), organizados cada uno por uno de los tres centros.
En esta ocasión, y conmemorando también el 75º aniversario de nuestro centro , quisimos invitar a todos a una experiencia muy especial: comenzamos la oración en la capilla con un par de vídeos y una lectura del Evangelio (aquella en que Jesús se aparece a sus apóstoles en la barca en el lago Tiberíades y le reconocen al partir el pan). Con el lema “Corre. Mira. Cree”, se les invitó después a unos minutos de reflexión personal guiada por algunas pistas, tras el cual salimos al paseo marítimo por parejas para compartir lo reflexionado haciendo nuestro propio “camino de Emaús”.
Para terminar, nos reunimos todos en la playa, en torno a una barca adornada para la ocasión y pudimos compartir la experiencia, además de recibir la “visita” de nuestro fundador, el Padre Ciganda (nuestro compañero Víctor Espinar), que contó cómo su vocación jesuita le llevó a querer solucionar los problemas que veía en el rebalaje de las playas de El Palo creando un centro que diera formación, alfabetización y valores cristianos a los más necesitados: el nacimiento del ICET.
Tras este momento mágico compartido, la barca y la playa se convirtieron en un templo, la mesa en altar, nuestro sacerdote David Fagundo SJ se revistió y acabamos la tarde celebrando una Eucaristía inesperada: “le reconocimos al partir el pan”. Un momento de alegría, acción de gracias y comunión entre los tres colegios del que incluso participaron las personas que pasaban por allí (paleños y algún que otro turista).
Finalmente, y en ese ambiente celebrativo, se repartió un regalito de recuerdo (un barquito de cáscara de nuez hecho por nuestros niños de Infantil) y compartimos un pequeño refrigerio para redondear una tarde para el recuerdo.